Cómo Ampliar el repertorio de Aperturas
Mark Dvoretsky
Raras veces el ajedrecista se rasca la nuca y luego decide: "¿No tendría que estudiar, digamos, la Defensa de Nimzovich?". Coge la Enciclopedia y se pone a estudiar. Ocurre, pero no a menudo. Por lo general, la incorporación de un nuevo esquema o variante al repertorio viene precedida por un impulso. Para muchos ajedrecistas jóvenes lo fundamental es la ayuda del entrenador. El les dice: "Tengo buenos análisis de tal y cual sistema de apertura; se lo demostraré y ustedes tienen que experimentarlo". Muchas veces esto resulta útil. Pero no se acostumbre usted a esta forma de trabajo. Tarde o temprano, el bagaje de ideas de su entrenador se agotará y usted mismo llegará a un nivel en el que ya ningún entrenador podrá ayudarle. Entonces tendrá que pensar usted mismo. Mientras tanto, la ayuda del entrenador será su varita mágica.
Después de que Valen Chejov ganara el torneo eliminatorio para el Campeonato del Mundo de cadetes en 1975, quedó claro que las aperturas que jugaba no servían para el Campeonato del Mundo. No tenía aperturas activas para las negras e incluso con las blancas hacía toda clase de tonterías, aunque antes de entrenar conmigo había estudiado en el Palacio de Pioneros con un entrenador especializado en aperturas.
Al conocer sus puntos débiles y los problemas que había que resolver, invité a una reunión de entrenamiento al gran maestro E. Sveshnikov. El conjunto de aperturas que él pudo demostrar es conocido, ya que los ha jugado toda la vida. Para las negras, la variante de Cheliabinsk, para las blancas, la Defensa Siciliana con 2. c3. Eso fue precisamente lo que necesitábamos: estudiar el sistema de las blancas en la Defensa Siciliana y un sistema activo de las negras contra 1. e4. En aquel entonces la teoría de la variante de Cheliabinsk no estaba muy difundida: sólo la aplicaban Sveshnikov y G. Timoshenko. Sveshnikov nos ayudó a aprender estas dos aperturas y Chejov las aplicó con éxito en el Campeonato del Mundo. Ya las tenía en su repertorio de aperturas. Además, yo amplié mi repertorio sirviéndome de los apuntes que hice en esta reunión. Luego enseñé la variante de Cheliabinsk a Artur Yusupov y a Serguei Dolmatov y durante algún tiempo ellos también la jugaron. Es decir, varias horas de entrenamiento con Sveshnikov contribuyeron a formar en poco tiempo el repertorio de aperturas de todo un grupo de ajedrecistas.
Otro ejemplo: la preparación de Dolmatov para el Campeonato del Mundo de cadetes en 1978. En aquella ocasión también surgió una situación semejante: Serguei no tenía una apertura seria para las blancas en la Defensa Siciliana. Yo mismo no pude ayudarle, porque no conocía nada que valiese la pena, siempre que se me presentaba una oportunidad jugaba Ab5. Nosotros invitamos a una reunión de entrenamiento en vísperas del Campeonato del Mundo al gran maestro V. Tukmakov, entendido en la Defensa Siciliana para las negras. Para un experto como él no es una tarea tan difícil demostrar las ideas principales del juego de las blancas. Las consultas de Tukmakov resultaron muy útiles para Dolmatov. Ya en el Campeonato del Mundo él jugó la Defensa Siciliana normal, luchó firmemente contra la variante de Scheveningen y, a partir de entonces, toda la vida ha aplicado con éxito las principales variantes de la Defensa Siciliana.
La información a menudo está en el aire, nos cae entre manos por casualidad. Así yo, siendo estudiante en la universidad, fui al Instituto de Cultura Física a una clase del gran maestro Y. Razuvaev sobre la variante de cambio de la Partida Española. El mostró partidas disputadas recientemente por R. Fisher explicando las ideas principales.
A mí me gustó tanto esta clase de media hora que yo mismo, después de estudiar un poco más a solas la variante de cambio, gané varias buenas partidas.
Así pues, la sugerencia del entrenador, del experto, puede valer mucho, servir de estímulo para incorporar más aperturas a nuestro repertorio. Y es explicable: cuando usted empieza a estudiar una apertura, dispone de una enorme pila de material, un gran número de partidas y varias páginas de texto en la Enciclopedia de aperturas. Usted no sabe qué es necesario precisamente, cuáles son los sistemas principales y cuáles los secundarios. Ve las variantes pero no sabe'qué hay detrás de ellas. Y si el entrenador le explicase las ideas principales y le ayudase a seleccionarlas, por supuesto, eso ya le puede servir de gran apoyo.
En general, usted puede esperar ayuda no sólo del entrenador. Es muy eficaz el trabajo en pareja, con alguno de sus compañeros. Cada uno tiene ideas propias, análisis de aperturas y es útil hacer un intercambio, estudiarlas conjuntamente. En semejantes casos siempre los perjuicios son menores que el provecho. Naturalmente, usted ya no podrá jugar la variante de apertura contra el compañero con el que la ha analizado; si él consigue jugar primero la novedad, usted ya no podrá contar en el futuro con el efecto de la sorpresa: éstos son los inconvenientes. Pero a pesar de ello, en primer lugar, usted recibe información de la que antes no disponía; en segundo lugar, sus variantes de apertura serán mejor retocadas. Al fin y al cabo, usted no rivalizará con sus compañeros, sino con el resto del mundo ajedrecístico. Usted resulta desarmado contra su compañero, pero a cambio de ello está mejor armado contra todos los demás ajedrecistas, lo cual es más importante. El ejemplo del trabajo de muchos años de Yusupov y Dolmatov es muy significativo en este sentido. Ellos elaboraron muchas variantes como resultado de sus análisis conjuntos. Yusupov aprendió algunas ideas de Dolmatov y viceversa; en resumen, los repertorios de aperturas de ambos mejoraron.
Así que la segunda fuente que permite ampliar el repertorio de aperturas es el intercambio de información con los compañeros.
La tercera fuente es el análisis de partidas. Precisamente de esta manera los ajedrecistas más fuertes dan con las ideas más importantes para ellos. En el curso anterior de nuestra escuela Yusupov, al mostrar una partida suya con A. Karpov, contó cómo había aparecido en su repertorio la variante abierta de la Partida Española. Lo recordaré: al analizar la partida Karpov-Savon (1971), encontró una forma de reforzar a las negras. La novedad le impulsó a estudiar la variante abierta en su totalidad.
Otro método de perfeccionamiento es elegir a un gran ajedrecista que le guste por sus ideas y por su estilo de juego. Usted podrá imitar su repertorio de aperturas, estudiar los sistemas que aplica en el juego su ídolo
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